Archive for the ‘Regalo’ Category

h1

Regalos todos los dias

May 2, 2008


El privilegio de contar con un dia nuevo es inconmensurable desde la misma sencillez de su realizacion. No surge de mares divididos o de lluvias de mana de ningun lado, de levitaciones o curaciones milagrosas. Simplemente comienza con cada amanecer en que nos damos cuenta que el solo hecho de respirar nos es dado como una nueva ocasion de pelearle a la vida y no de pelearse con ella.

El secreto de la felicidad esta en acumular momentos felices y no en perseguir objetivos que disfrazamos como plenos de felicidad, siendo que en la sumatoria de esos momentos quedan los recuerdos como felicidad en grageas, como capsulas del tiempo que atesoramos bien dentro nuestro y que, a la postre, seran nuestros unicos compañeros en los momentos en que necesitemos un empujon y por ello nos cerremos a todo y a todos, pese a que en el entorno existan miles de motivos para seguir respirando y transitando la vida.

Cada regalo que recibimos es de agradecer, disfrazado de segundos o de minutos, en compañia agradable, en descanso reparador, bajo una colcha calida en el frio exterior u oyendo una evocadora lluvia acariciar los cristales. Pero tambien son regalos esos instantes que, mientras suceden, queremos pasarlos rapido, borrarlos de nuestra mente y de nuestro presente para que no integren la posterior concatenacion de recuerdos que nos digan que, evidentemente, algo ha marcado a fuego de cicatriz nuestra vida. El dolor, aunque parezca paradojico, forma parte de nuestros regalos diarios, como la ropa forma parte de los regalos de cumpleaños de niño que solo espera juguetes. Tiene su utilidad, su aplicacion y su cuota de beneficio sin masoquismos de por medio, porque nos endereza en lo torcido, nos corrige en lo andado y nos muestra, aun con su cuota de aparente desamparo, la posibilidad de tomar decisiones y golpear timones, por lo cual tambien se debe ser gratos.

Quien nos da mal debe ser correspondido con bien, al menos de pensamiento. La premisa de amar al enemigo es tan dificil que se nos olvida lo burdo y absurdo que es el amar al amigo, al bien amado. El pensamiento debe ser de gratitud porque esa persona que nos da mal se sacrifica sin saberlo en la hoguera de su ego para brindarnos la inigualable oportunidad de vencer al nuestro y no ejercer la posibilidad de una Ley del Talion que hara que tarde o temprano el mundo se quede ciego. Lo malo debe ser apreciado, debe ser valorado, debe ser agradecido como uno mas de los regalos recibidos en el cotidiano vivir.

Dicen que dicen que un niño le contaba a su abuelita que todo iba mal: la escuela, problemas con la familia y enfermedades.

Entretanto, su abuela confeccionaba un bizcocho.

Después de escucharlo, la abuelita le dice: «¿Quieres una merienda?» a lo cual el niño le contesta: «Claro que sí.»

«Toma, aquí tienes un poco de aceite de cocinar.

«Yuck» dice el niño con asco.

«Que te parecen un par de huevos crudos? «

«ARRR, abuela!»

«Entonces prefieres un poco de harina de trigo, o tal vez poco de levadura? «

«Abuela, te has vuelto loca, todo eso sabe horrible!» a lo que la abuela responde:

«Sí, todas esas cosas parecen horribles, si las ves cada una aparte. Pero si las pones juntas en la forma adecuada, hacen un maravilloso y delicioso bizcocho.»

La Divinidad trabaja de la misma forma. Muchas veces nos preguntamos por qué nos permite andar caminos y afrontar situaciones tan difíciles. Pero Dios sabe que cuando Él pone esas cosas en Su orden Divino, todo obra para bien!

Que tengas un hermoso dia y que no se te olvide agradecer todos (pero TODOS) los regalos que hoy recibas.

(…perdon si molesto…)
h1

Regalo de amor

febrero 16, 2008

Sally saltó de su asiento cuando vio salir al cirujano.

Le preguntó: «¿Cómo está mi pequeño?, ¿va a ponerse bien?,

¿cuándo lo podré ver?».

El cirujano dijo: «Lo siento; hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance».

Sally dijo, consternada: «¿Por qué a los niños les da cáncer?

¿Es que acaso Dios ya no se preocupa por ellos?

DIOS, ¿dónde estabas cuando mi hijo te necesitaba?».

El cirujano dijo: «Una de las enfermeras saldrá en un momento para dejarte pasar unos minutos con los restos de tu hijo antes de que sean llevados a la
Universidad».

Sally pidió a la enfermera que la acompañara mientras se despedía de su hijo. Recorrió con su mano su cabello rojizo.

La enfermera le preguntó si quería conservar uno de los rizos.

Sally asintió. La enfermera cortó el rizo, lo colocó en una bolsita de plástico y se la dio a Sally.

Sally dijo:

Fue idea de Jimmy donar su cuerpo a la Universidad para ser estudiado.

Dijo que podría ayudar a alguien más. Eso es lo que él deseaba.

Yo al principio me negué, pero él me dijo ‘Mami, no lo usaré después de que muera, y tal vez ayudará a que un niñito disfrute de un día más junto a su mamá’.

Mi Jimmy tenía un corazón de oro, siempre pensaba en los demás y deseaba ayudarlos como pudiera».

Sally salió del Hospital Infantil por última vez, después de haber permanecido ahí la mayor parte de los últimos 6 meses. Colocó la maleta con las pertenencias de Jimmy en el asiento del auto, junto a ella.

Fue difícil manejar de regreso a casa, y más difícil aún entrar a una casa vacía. Llevó la maleta a la habitación de Jimmy y colocó los autos miniatura y todas sus demás cosas justo como él siempre las tenía. Se acostó en la cama y lloró hasta quedarse dormida, abrazando la pequeña almohada de Jimmy. Despertó cerca de la medianoche y junto a ella había una hoja de
papel doblada. Abrió la carta, que decía:

Querida Mami: Sé que vas a echarme de menos, pero no pienses que te he olvidado o he dejado de amarte sólo porque ya no estoy ahí para decirte

TE AMO.

Pensaré en ti cada día, mamita, y cada día te amaré aún más.

Algún día nos volveremos a ver. Si deseas adoptar a un niño para que no estés tan solita, podrá estar en mi habitación y podrá jugar con todas mis cosas.

Si decides que sea una niña, probablemente no le gustarán las mismas cosas que a los niños, y tendrás que comprarle muñecas y cosas de ésas. No te pongas triste cuando pienses en mí; este lugar es grandioso.

Los abuelos vinieron a recibirme cuando llegué y me han mostrado algo de acá, pero tomará algo de tiempo verlo todo.

Los ángeles son muy amistosos y me encanta verlos volar.

Jesús no se parece a todas las imágenes que vi de Él, pero supe que era El tan pronto y lo vi. ¡Jesús me llevó a ver a DIOS! ¿Y qué crees, mami?

Me senté en su regazo y le hablé como si yo fuera alguien importante.

Le dije a Dios que quería escribirte una carta para despedirme y todo eso, aunque sabía que no estaba permitido.

Dios me dio papel y Su pluma personal para escribirte esta carta. Creo que se llama Gabriel el ángel que te la dejará caer. Dios me dijo que te respondiera a lo que Le preguntaste: ‘¿Dónde estaba Él cuando yo lo necesitaba?’. Dios dijo:

‘En el mismo lugar que cuando Jesús estaba en la cruz’.

Estaba justo ahí, como lo está con todos Sus hijos.

Esta noche estaré a la mesa con Jesús para la cena. Sé que la comida será fabulosa. Casi olvido decirte… Ya no tengo ningún dolor; el cáncer se ha ido.

Me alegra, pues ya no podía resistir tanto dolor y Dios no podía resistir verme sufrir de ese modo, así que envió al Ángel de la Misericordia para llevarme.

El Ángel me dijo que yo era una Entrega Especial!

Firmado con amor, de: Dios, Jesús y Yo

«La Carta de Jimmy»
Clasico de Internet.
Autor Desconocido.

Si supiera como va a ser la muerte, diria que es como se cuenta aqui. Al menos como espero que para mi sea…

La muerte es el principio y no el fin. Es el inicio del camino, no el final.

Morimos cuando vivimos y vivimos muriendo. Y cuando preguntamos «Donde esta Dios?» quizas hagamos el mismo cuestionamiento que, de seguro, a El le revuelve las Entrañas, al simular a su Hijo, al Maestro, cuando decia «Padre, por que me has abandonado…»

Dios no abandona. Dios es fanatico de los Beatles… porque siempre «Let it be»… lo deja ser…

(…perdon si molesto…)

h1

La gratitud del dar

enero 31, 2008

El hombre que estaba tras el mostrador miraba distraidamente la calle.
Una niñita se acerco al negocio y apreto la naricita contra el vidrio. Sus ojos del color del cielo brillaron cuando vieron un determinado objeto. Entró en el negocio y pidió ver el collar de turquesa azul.

– «Es para mi hermana. ¿Puede hacer un paquete bien bonito?».

El dueño del negocio miró desconfiado a la niñita y le preguntó:

– ¿Cuánto dinero tienes?

Sin dudar, ella sacó del bolsillo un pañuelo todo atadito y fue deshaciendo los nudos. Los colocó sobre el mostrador y dijo feliz:

– «¿Esto alcanza?».

Eran apenas algunas monedas que ella exhibía orgullosa.

– «Sabe, quiero darle este regalo a mi hermana mayor. Desde que murió nuestra madre, ella cuida de nosotros y no tiene tiempo para ella… hoy es su cumpleaños y estoy segura que le encantará… es del color de sus ojos».

El hombre fue a la trastienda, colocó el collar en un estuche, lo envolvió con un vistoso papel rojo e hizo un hermoso lazo con una cinta verde.

– «Tome, – dijo a la niña. – Llevelo con cuidado».

Ella salió feliz corriendo y saltando calle abajo. Aún no acababa el día, cuando una linda joven de cabellos rubios y maravillosos ojos azules entró en el negocio. Colocó sobre el mostrador el ya conocido envoltorio deshecho e indagó:

– ¿Este collar fue comprado aquí?

– «Sí señora».

– «¿Y cuánto costó?

– «Ah!», – dijo el dueño del negocio. – «El precio de cualquier producto de mi tienda es siempre un asunto confidencial entre el vendedor y el cliente»…

La joven continuó:

– «Pero mi hermana tenía solamente algunas monedas. El collar es verdadero, ¿no? Ella no tendría dinero para pagarlo».

El hombre tomó el estuche, rehizo el envoltorio con extremo cariño, colocó la cinta y lo devolvió a la joven y dijo :

– «Ella pagó el precio más alto que cualquier persona puede pagar… ella dio todo lo que tenia…»

Tomado de EnPlenitud.com

«Dar hasta que duela» decia Madre Teresa. Me encanta esta frase y la he repetido varias veces. Dar hasta la ultima gota de sangre por el que amamos. El ultimo suspiro por amor. Y, como en este caso, hallar a la persona indicada para que valore el sacrificio del dar, y por sobre todo, la impresion del recibir.

Es importante saber dar pero mas aun estar prestos a recibir. Se da sin esperar retorno. Se recibe sin esperar dacion. La ley del amor no es un toma y daca, un comercio o un trueque. Es dar amor a cambio del amor mismo de dar por amor. Es enriquecerse en lo espiritual haciendose algo pobre en lo material o en lo que se otorgue en caracter de entrega.

Dar… la mejor manera de ser felices…

(…perdon si molesto…)

h1

La gratitud del Maestro

enero 30, 2008

Un anciano tenía fama de sabio y la gente acudía a él en busca de ayuda o de consejo. Y cuando un forastero preguntaba por qué le decían maestro, en qué consistía la sabiduría, o qué ciencia dominaba ese hombre que parecía un humilde campesino, la gente no sabía muy bien qué responder.

– Es un hombre feliz, vive en paz con todos, era una de las tímidas respuestas.


Un joven que escuchó hablar de él y que ansiaba adquirir conocimientos, se presentó una noche para pedirle que le enseñara. El anciano se sorprendió del pedido, pero aceptó con entusiasmo. Hacía muchos años que vivía solo y le gustó la idea de tener a alguien con quien compartir su tiempo nuevamente.


A la mañana siguiente, se levantaron y prendieron el fuego para calentar agua y cocinar el pan que habían dejado preparado la noche anterior. Mientras esperaban que el desayuno estuviera listo, el maestro se sentó en un banquito y se puso a contemplar por la ventana. El discípulo, parado detrás de él, trataba de poner la mirada en el mismo lugar que el maestro, para descubrir qué estaba mirando tan concentrado. Por la ventana sólo se veía el campo, flores silvestres, el gallinero y los perros recibiendo los primeros rayos del sol. A los pocos minutos, el joven se aburrió y se fue a sentar. Tomó un libro de su mochila y comenzó a leer. Sin embargo, a cada momento se distraía y pensaba cómo el maestro podía perder el tiempo sin hacer nada. Cuando el olor a pan inundó la habitación, el maestro se levantó, preparó el te, colocó dos jarros sobre la mesa y el pan sobre una servilleta. Se sentó, indicó, con un gesto de su mano, al discípulo que hiciera lo mismo y comenzó a comer el pan cortándolo en pedacitos y mojándolos en el té caliente. El discípulo estaba asombrado: el maestro se había olvidado de agradecer la comida. Sin disimular y para que el otro se diera cuenta de su error, agachó la cabeza durante unos instantes como si estuviera rezando. Después, comenzó a comer. Cuando terminaron el desayuno, colocaron cada cosa en su lugar y el maestro le preguntó al joven de qué quería conversar. En el instante en que le iba a contestar, se abrió la puerta de golpe y entró un niño corriendo:


– Maestro, maestro, mire el pescado que saqué del agua, hoy vamos a comer como reyes.


El maestro se levantó, aplaudió la hazaña del niño y se ofreció para ayudarlo a limpiar el pescado. Mientras tanto, le preguntó por toda la familia, y le explicó varias maneras de cocinarlo. Antes de que se fuera, le regaló un pequeño recipiente con un condimento especial para darle más sabor a la preparación.


El discípulo estaba asombrado y desconcertado. Ya había pasado más de medio día y no había aprendido nada.


A partir del momento en que el niño dejó la casa, cada vez que el maestro se iba a poner a conversar con él, alguien del pueblo interrumpía la conversación. Iban a pedirle algo o a llevarle un pequeño regalo -una papa, una planta de lechuga, un zapallito-, como agradecimiento por alguna ayuda que él les había dado. Pasó el día y anocheció. El maestro cortó las verduras y puso el caldo en el fuego, mientras amasaba con mucha dedicación el pan para el otro día. Comieron y se fueron a dormir.


Los días siguientes fueron más o menos similares: pasaban las horas yendo de un lugar a otro, ayudando o visitando a las personas del pueblo; trabajaban la pequeña huerta; alimentaban a las gallinas y juntaban los huevos que regalaban al que los necesitaba. Una noche, entre la respiración profunda del maestro y la bronca acumulada por no aprender nada nuevo, el discípulo daba vueltas en la cama sin poder dormir. No sabía si irse o quedarse. Por fin, casi entrada la madrugada decidió probar durante un día más. Al amanecer, el maestro se levantó, se desperezó y comenzó a prender el fuego para el desayuno.


Puso el agua a calentar, el pan a cocinar, y se sentó en el banquito a mirar por la ventana.


Así lo encontró el joven cuando despertó. Se dio cuenta de que todo iba a seguir igual que los días anteriores. Al enojo que había acumulado se le sumó el mal dormir y estalló:


– ¡Yo vine a buscar sabiduría, a entender las cosas de la vida, a aprender a vivir mejor, y lo que me encuentro es alguien con una vida común, diría que vulgar, que ni siquiera es capaz de tener un momento para reflexionar y agradecer al creador por todo lo que recibió de él!


El maestro lo miró con los ojos tristes; una expresión que nunca antes le había visto. Y le contestó:


– Cuando contemplo la mañana por la ventana, veo las flores, huelo su perfume y de esa manera, usando mis ojos y mi olfato para gozar de lo que Dios hizo para nosotros, lo alabo. El campo y el gallinero, son los que nos ofrecen la comida de cada día y, al mirarlos, no me queda más que agradecer por la vida. Los perros descansando me recuerdan que pasaron toda la noche en vela cuidándonos mientras dormimos. Esto me lleva, necesariamente, a agradecer a Dios que en todo momento y sin descansar tiene sus ojos puestos en nosotros para acompañarnos, para cuidarnos y para hacernos felices. Eso me llena de alegría y paz. Ya no necesito nada más, porque estoy seguro de que Dios está conmigo. Cada persona que golpea mi puerta me hace sentir útil, necesario, querido. Cada vez que recibo un pequeño regalo de la gente humilde de la aldea, siento que es Dios mismo que me lo da, sirviéndose de las manos de los demás y me recuerda, así, que no soy el único que puede dar.

El discípulo estaba tan enojado que casi no escuchó las palabras del anciano. Agradeció, por educación, el hospedaje y volvió a su pueblo, olvidándose por mucho tiempo de lo que el maestro le había dicho.


Allí, conoció una chica de quien se enamoró. Se casaron y formaron una familia.


Cierto día, al volver de trabajar en el campo, vio desde lejos a sus hijos jugando. Se acercó despacio y desde atrás de un árbol se quedó mirando. Así lo descubrió su esposa que le preguntó:


– ¿Qué estás haciendo acá? ¿Qué hacés mirando a los niños jugar?


– Estoy mirando la maravilla más grande que Dios nos ha regalado, estoy alabándolo mientras escucho sus gritos y sus cantos, estoy dando gracias por el trabajo que me permite traerles todo los días un pedazo de pan, y estoy dando gracias a Dios, porque si yo, que soy muy débil, cuido de ellos y me preocupo, cuánto más él con todo su poder y su inmenso amor.


Ese día el hombre recordó las palabras de su maestro y entendió.


Extraido de http://www.sanmiguel.org.ar

La gratitud es una virtud del Maestro que el Discipulo debe aprender.

Recuerdo cuando merodeaba los patios del Cristo Rey querido…un sacerdote me enseño en una charla un sabado a la tarde donde estaba Dios… «Dios esta en todas las cosas» me dijo… «en el cielo azul, en los pajaros, en las cosas que usas para comer o vestirte, Dios esta en todos lados, incluso en la tierra que pisas…»

Estoy convencido que tambien en la tierra que cubre su descanso hoy en «Santos Martires»… de seguro…

La Gratitud es un don, una virtud, un regalo que aprovechar. Ser grato es estar abierto a los dones del Universo, del Padre, del Creador, de Aquel que espera sin esperar, sin pedir pide en sus acciones. El que da no espera retribucion mas que gratitud.

La gratitud es la semilla de cultivo para el crecimiento personal. Es el germen del recibir sin pensar que vendra… porque de seguro es un compromiso de mas dacion a cambio de gratitud…

(…perdon si molesto…)

h1

El regalo de la humildad

enero 30, 2008

Se acercaba mi cumpleaños y quería ese año pedir un deseo especial al apagar las velas de mi pastel.

Caminando por el parque me senté al lado de un mendigo que estaba sentado en uno de los bancos, el más retirado, viendo dos palomas revolotear cerca del estanque y me pareció curioso ver a un hombre de aspecto abandonado, mirar las avecillas con una sonrisa en la cara que parecía eterna.

Me acerqué a él con la intención de preguntarle por qué estaba tan feliz.

Quise también sentirme afortunado al conversar con él para sentirme más orgulloso de mis bienes, por que yo era un hombre al que no le faltaba nada, tenía mi trabajo que me producía mucho dinero, claro ¿como no iba a producírmelo trabajando tanto?, tenía mis hijos a los cuales gracias a mi esfuerzo tampoco les faltaba nada y tenían los juguetes que quisiesen tener.

En fin gracias a mis interminables horas de trabajo no les faltaba nada a mi familia.

Me acerqué entonces al hombre y le pregunte,

«¿Caballero que pediría usted como deseo en su cumpleaños?»

Pensando yo que el hombre me contestaría que dinero y así de paso yo darle unos billetes que tenía y hacer la obra de caridad del año… No sabe usted mi asombro cuando el hombre me contesta lo siguiente con la misma sonrisa en su rostro que no se le había borrado y nunca se le borró:

«Amigo, si pidiese algo más de lo que tengo sería muy egoísta, yo ya he tenido de todo lo que necesita un hombre en la vida y más. Vivía con mis padres y mi hermano antes de perderlos una tarde de junio, hace mucho, conocí el amor de mi padre y mi madre que se desvivían por darme todo el amor que le será posible dentro de nuestras limitaciones económicas. Al perderlos, sufrí muchísimo pero entendí que hay otros que nunca conocieron ese amor, yo sí y me sentí mejor.

Cuando joven conocí una niña de la cual me enamoré perdidamente, un día la besé y estalló en mí el amor hacia aquella joven tan bella que cuando luego se marchó, mi corazón sufría tanto… Recuerdo ese momento y pienso que hay personas que nunca han conocido el amor y me siento mejor.

Un día en este parque un niño correteando cayó al piso y comenzó a llorar, yo fui, lo ayude a levantarse, le sequé las lágrimas con mis manos y jugué con él por unos instantes más y aunque no era mi hijo me sentí padre, y me sentí feliz porque pensé que muchos no han conocido ese sentimiento.

Cuando siento frío y hambre en el invierno, recuerdo la comida de mi madre y el calor de nuestra pequeña casita y me siento mejor porque hay otros que nunca lo han sentido y tal vez no lo sentirán nunca. Cuando consigo dos piezas de pan comparto una con otro mendigo del camino y siento el placer que da compartir con quien lo necesita, y recuerdo que hay unos que jamás sentirán esto.

Mi querido amigo, que más puedo pedir a Dios o a la vida cuando lo he tenido todo, y lo más importante es que estoy consciente de ello. Puedo ver la vida en su más simple expresión, como esas dos palomitas jugando, ¿qué necesitan ellas? lo mismo que yo, nada… Estamos agradecidos al Cielo de esto, y sé que usted pronto lo estará también…»

Miré hacia el suelo un segundo como perdido en la grandeza de las palabras de aquel sabio que me había abierto los ojos en su sencillez, cuando miré a mi lado ya no estaba, sólo las palomitas y un arrepentimiento enorme de la forma en que había vivido sin haber conocido la vida. Jamás pensé que aquel mendigo, era tal vez un ángel enviado por el Señor, me daría el regalo más precioso que se le puede dar a un ser humano…

..la Humildad…

Extraido de http://www.actos de amor.com

Lo mas deseable es ser lo que no se aparenta a sabiendas que se es lo que no se ve porque precisamente ahi se es seguro de lo que no se alardea. Las apariencias son como el envoltorio de un regalo que se valora dejando de lado el contenido. Lo esencial siempre es invisible a los ojos y cuando menos se observa, mas enaltece a la persona que lo posee.

Si dejamos traslucir en nuestros actos la esencia de nuestro ser, si dejamos que el mundo valore lo que hacemos a traves de nuestras obras, si cumplimos la premisa Cristica de que por nuestros frutos nos conoceran sin el autobombo del marketing innecesario, dejaremos detras la cascara tan impoluta como falsa que conforma la esencia del ser humano… la de mostrar las miserias como meritos o los meritos como supermeritos…

La humildad es la moneda de cambio de ingreso al Paraiso… y es tan facil ejercerla como el callar… cuando alguien no habla de nosotros, no seamos nosotros quien lo hagamos… gastemos la energia que usamos en hablar de nosotros mismos en hacer por nosotros mismos sin decir nada a nadie… dar sin pedir nada a cambio, hacer sin esperar la aprobacion popular, ser el publicano de la vida y no el fariseo de la historia, el que se golpea el pecho sin tos ni son, buscando llamar la atencion del resto para que vea el vacio enorme que el mismo no ve y que llena su interior, paradojicamente vacio, de mas vacio aun…

Y encima alardeamos de ello…

(…perdon si molesto…)

h1

Como esta tu corazon?

enero 19, 2008
19 de Enero de 2008

Un día un hombre joven se situó en el centro de un poblado y proclamó que él poseía el corazón más hermoso de toda la comarca. Una gran multitud se congregó a su alrededor y todos admiraron y confirmaron que su corazón era perfecto, pues no se observaban en él ni máculas ni rasguños.

Sí, coincidieron todos que era el corazón más hermoso que hubieran visto.
Al verse admirado el joven se sintió más orgulloso aún, y con mayor fervor aseguró poseer el corazón más hermoso de todo el vasto lugar .

De pronto un anciano se acercó y dijo:

– «¿Por qué dices eso, si tu corazón no es ni tan, aproximadamente, tan hermoso como el mío?

Sorprendidos la multitud y el joven miraron el corazón del viejo y vieron que, si bien latía vigorosamente, éste estaba cubierto de cicatrices y hasta había zonas donde faltaban trozos y éstos habían sido reemplazados por otros que no encastraban perfectamente en el lugar, pues se veían bordes y aristas irregulares
en su derredor. Es más, había lugares con huecos, donde faltaban trozos profundos.

La mirada de la gente se sobrecogió ¿cómo puede él decir que su corazón es más hermoso?, pensaron … El joven contempló el corazón del anciano y al ver su estado desgarbado, se echó a reír.

– «Debes estar bromeando,» – dijo. – «Compara tu corazón con el mío… El mío es perfecto. En cambio el tuyo es un conjunto de cicatrices y dolor.»

– «Es cierto,» – dijo el anciano, – «tu corazón luce perfecto, pero yo jamás me
involucraría contigo… Mira, cada cicatriz representa una persona a la cual entregué todo mi amor. Arranqué trozos de mi corazón para entregárselos a cada uno de aquellos que he amado. Muchos a su vez, me han obsequiado un trozo del suyo, que he colocado en el lugar que quedó abierto. Como las piezas no eran iguales, quedaron los bordes por los cuales me alegro, porque al poseerlos me recuerdan el amor que hemos compartido.»

– «Hubo oportunidades, en las cuales entregué un trozo de mi corazón a alguien, pero esa persona no me ofreció un poco del suyo a cambio.
De ahí quedaron los huecos – dar amor es arriesgar, pero a pesar del dolor que esas heridas me producen al haber quedado abiertas, me recuerdan que los sigo amando y alimentan la esperanza, que algún día -tal vez- regresen y llenen el vacío que han dejado en mi corazón.»

– «¿Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso?»

El joven permaneció en silencio, lágrimas corrían por sus mejillas. Se acercó al anciano, arrancó un trozo de su hermoso y joven corazón y se lo ofreció.

El anciano lo recibió y lo colocó en su corazón, luego a su vez arrancó un trozo del suyo ya viejo y maltrecho y con él tapó la herida abierta del joven.

La pieza se amoldó, pero no a la perfección. Al no haber sido idénticos los trozos, se notaban los bordes.

El joven miró su corazón que ya no era perfecto, pero lucía mucho más hermoso que antes, porque el amor del anciano fluía en su interior.

Anonimo

Cuanto acumulas de cicatrices en tu corazon? Es mejor haber amado un segundo y despues extrañar una vida entera que no haber amado nunca y no conocer el verdadero sabor del amor?

Cada cicatriz de mi corazon me recuerda no un error sino un acierto:

Cada lugar lleno con un pedazo que no encastra, me recuerda a alguien que me dio su amor. Me regalo un trozo de alegria que no se amolda a mis exigencias como ser humano pero que lleno el pedazo que le di, a veces sobrando, a veces faltando.

Cada lugar vacio que no tiene remplazo, me recuerda a alguien que no correspondio mi amor y se llevo un pedazo de lo mejor que tengo sin reponer nada a cambio, dejando un lugar vacio y sangrante en su momento pero que cicatrizo con el tiempo en algunos casos porque ya no duele como toda cicatriz, o que sigue sangrando a pesar del tiempo porque aun no se ha cerrado la herida. Pero en su corazon, como se llevo un pedazo del mio, no tiene lugar para el, y mi amor, puro y sincero, se le pudrio entre las manos, y le quedo solo un recuerdo de haber podido tener algo mio dentro suyo pero por no compartir o no dañarse, no lo quiso tener y se le quedo entre las manos como un recuerdo de alguien que amo pero nunca pudo obtener nada a cambio. Solo una cicatriz o una herida que le empobrece el corazon en apariencia pero le enriquece el alma en verdad.

Asi esta mi corazon. Como esta el tuyo?

(…perdon si molesto…)

Posteado por DrBlues

En el foro Lobby con 30 respuesta(s)
Visitas: 151
Ranking: 5:2
h1

El regalo de una sonrisa…

enero 12, 2008
El regalo de una sonrisa…
12 de Enero de 2008

Es el son…son… son de la risa, hija de la risa y nieta de la carcajada.

El más saludable masaje de belleza para el rostro;
el pasaporte al reino de los Cielos;
el ropaje más lindo del alma;

el mejor antídoto contra las preocupaciones;
la canción de los Ángeles;
la seriedad arrepentida;
la oración de los sabios;

la contraseña entre los amigos;
la puerta de la cooperación entre conocidos y desconocidos;
alienta la buena voluntad en los negocios;
acorta el tiempo de la angustia;
crea la felicidad en la pareja y en el hogar;
una clara manifestación de salud mental, emocional y espiritual;

descanso para los fatigados;
calor para los tristes;
luz para los decepcionados;
es como el sol: ilumina, calienta y se irradia.

¿Cuánto cuesta una sonrisa? –Nada.
¿Cuánto beneficio nos puede dar? –Mucho.
¿Qué tiempo dura? –Un instante.
¿Y cuánto perdura en la memoria? –A veces toda la vida.
¿Quién es tan rico que no la necesite? –Nadie.
¿Quién es tan pobre que no pueda regalarla? –Ninguno.
¿Se empobrece el que la dá? –Al contrario, se enriquece.
¿Se puede comprar, vender o robar? –Sólo se puede ofrecer gratuitamente.
¿Y quién es el que está más necesitado de una sonrisa? –Aquél que no tiene ninguna para dar.


«Cuando alguien los insulta o los difama o los ignora, acéptenlo con una sonrisa,
ese es el modo del mundo, básicamente ingrato y descortés.
Díganse a sí mismos: Me están haciendo un favor, mi fortaleza está siendo sometida
a prueba, no debo dejarme llevar por la ira o el resentimiento.
Díganse estas cosas estimulantes y quédense serenos, con una sonrisa de triunfo
en los labios».

Swami Sathia Sai Baba

«Para abrirse camino entre la gente, es más eficaz una sonrisa que un codazo».

Fascianelli

«Sonríe siempre, para no dar a los que no te quieren el placer de verte triste, y para dar a los que te aman la certeza de que eres feliz».

Anónimo

(…perdon si molesto…)